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viernes, 29 de octubre de 2010

Miguel Hernández - Un hogar en el árbol (cuento inédito).

Un día Nita vio un nido en el árbol, que había junto a su ventana.
-¡Toñito! -dijo a su hermano-. Se ve un nido en el árbol. Y dentro hay huevos. Uno, dos, tres, ¡cuatro huevos!
En esto, vino un pájaro loco al árbol, se fue derecho al nido y se sentó sobre los huevos. 
¡Mira, mira! -dijo Toñito-. Hay un pájaro. Es el pájaro madre.
-¡Sí! -dijo Nita-. Yo veo al pájaro padre también. ¡Qué feliz es!
Una mañana Toñito dijo: "Ven conmigo, Nita, mira el nido ahora".
Nita miró el nido. Adivina qué vio dentro.
-¡Ooooooh! -dijo la niña-. Uno, dos, tres, ¡cuatro pájaros pequeñitos! ¡Qué graciosos pájaros tan pequeñitos!
Pronto los pajaritos se hicieron grandes. Y querían volar.
-Mira -dijo uno de ellos a los otros- Yo puedo volar. ¿Queréir verme volar? ¡Hop, hop, hop! Y el pajarito que quería volar cayó en tierra al intentarlo.
Vino el pájaro madre. Y también el pájaro padre.
Ellos no podían ayudar a su hijito que se les había escapado del nido.
Pero Nita lo cogió al pie del árbol.
-¡Ven aquí, Toñito! -dijo la niña-. Este pequeñito cayó del nido. Nosotros debemos ayudarle.
Tomó Toñito el pequeño pájaro, subió con él delicadamente sobre el árbol y lo puso dentro del nido.
Un día el pájaro padre dijo:
-¡Venid, venid, venid, hijitos míos, pajarillos de mi corazón! Ahora ya podéis volar. ¡Volad, volad conmigo!
El pájaro madre también dijo:
-¡Volad, niñitos míos y del aire! ¡Volad, volad conmigo!
Y los cuatro pajarillos echaron a volar. Y el pájaro padre iba delante. Y el pájaro madre iba detrás.
Nita y Toñito les despidieron gritando:
Hasta la vuelta, pequeñuelos, no os vayáis a perder en las estrellas de los cielos. Venid siempre al atardecer.

Miguel Hernández



(Manuscrito del cuento)

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