© Robert & Shana ParkeHarrison.













jueves, 30 de septiembre de 2010

J. A. Valente - El adiós

Entró y se inclinó hasta besarla
porque de ella recibía la fuerza.

(La mujer lo miraba sin respuesta)

Había un espejo humedecido
que imitaba la vida vagamente.                                    
Se apretó la corbata,
el corazón,
sorbió un café desvanecido y turbio,
explicó sus proyectos
para hoy,                                                                  
sus sueños para ayer 
y sus deseos para nunca jamás.

(Ella lo contemplaba silenciosa)

Habló de nuevo. 
Recordó la lucha de tantos días
y el amor pasado. 
La vida es algo inesperado, dijo 
(más frágiles que nunca sus palabras).
Al fin calló con el silencio de ella,
se acercó hasta sus labios
y lloró simplemente 
sobre aquellos labios
ya para siempre sin respuesta.

J. A. Valente

© Duane Michals.

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