A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá
arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
-El mundo
es eso -reveló-. Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona
brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos
iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos
los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y
gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos,
fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas
ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se
enciende.
Eduardo Galeano
© Duane Michals (Iluminated man)
Para mi Dianita, por brillar tan fuerte. ;)
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